sábado, 25 de septiembre de 2010

.Convulsionando.

Sin pensarlo dos veces decides. Dejándote llevar por sensaciones que en determinados momentos son reales, en otros provocadas. Dejé de pensar en consecuencias y llevada por las circunstancias me hallo en situaciones que parecen sueños, dèja vu o kizás sentimientos encontrados que creí perdidos o más bien abandonados.
Me enfrenté a todos y a todo, dejé de respirar para hundirme, llegar al fondo, convulsionar y salir poco a poco a la superficie y poder ver como todo derrepente se vuelve diferente. Casi puedo ver que al ascender la gente de la barca de la que me tiré cambia, sus rostros son distintos, sus palabras no las oigo ya y su mano no me da la seguridad de entonces.
Incluso los nuevos rostros empiezo a olvidarlos, quisiera hacer una nueva barca, más grande, subir y navegar con todos ellos por más tiempo, pero ahí stá de nuevo, la cuenta atrás...creo q tendría q haberme hundido más aún, haber arriesgado un poco más de aire, a cambio de más tiempo bajo la superficie.
Gané en vida, en miradas, en caricias y palabras.