lunes, 27 de abril de 2009

AmArGaO


Esto era una vez un hombre q vivía trankilamente en su casa, rodeado de gente trankila, gente mayor que ningún ruido emitia aparte de la típica tos de viejo y algún que otro estruendo fisiológico en el baño. Esta apacible vida se vió interrumpida un día caluroso de verano en el que dos chicos aparecieron con todos sus cacharros...con su horrible música y su acento vulgar con ausencia de eses. El pobre hombre awantaba y awantaba, resoplaba a las 8 de la tarde cuando se iba a dormir y oía que esos jovenes modernos no paraban de conversar, hacía intentos por subir pero les daba otra oportunidad, ya que por las mañana tb los oía... pensaba que eran seres nocturnos que dormían durante el día ya que no los sentía y por la noche revivían y montaban escándalos, pero que solo oía el, ya que los demás ancianos del lugar no habían sentido a aquellos jovenes, de hecho no sabían ni cuantos eran ni quienes. Para ellos eran un mito imaginado por el hombre al que cada vez se le iba más la pelota...tanto se le fue que cometió una lokura y en un arrebato de irá subió la escaleras como si Mr. Hide derrepente saltara de la ficción a la realidad y aporreo la puerta con la totalidad de sus miembros y en eso que los vecinos creyeron el mito de las personas nocturnas y ruidosas.

En fin...son paranoias pero no, es la realidad aunque algo fantaseada pero no dramatizada. Es imposible vivir con gente así, aunque seguramente el ogro piense lo mismo de nosotros o de mí, xq da la casualidad de que siempre que se qja estoy yo por medio. Deseando estoy que suba y nos la lie pa poder llamar agusto a la policía, aunque probablemente por el hecho de estar en los veintipocos nos tomen por niñatos. Lo que el no sabe es que hay gente peor, q pasa más tiempo q nosotros en el piso y que hacen muuucho más ruido, así que pobrecito el que habite en nuestro piso al año que viene, hé!