¿Hacía donde vamos?, que nos depara el camino si vamos hacía un lado u otro, si decidimos romper el estrecho lazo que nos unía. Al marcharte corres el riesgo, de perder, de olvidar, de echar en falta.
Cuando sucede, te dices que no pasará de nuevo...pero el corazón es independiente a tu recuerdo cerebral... al que late solo le quedan las buenas sensaciones, y si no le escuchas pronto dejará su huella en forma de nudo de estómago.
La única manera que encontré de dejarlo todo a un lado es que el tiempo pase, pero hay cosas que jamás dejarás de sentir, y otras muchas que te arrepentirás de no haber hecho o dicho.
Tán solo si un minuto hubieras tenido en ocasiones para recapacitar, o algo de la experiencia que más adelante te viene, tantas cosas serían diferentes. Solo queda decirte que de los errores se aprenden, y que la vida va en eso, se aprende de eso, aunque a veces es más fácil no romperte la cabeza, o el corazón.
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